Chair on California st. Una Silla en la calle California. No Tome! |
What is trash for one person can serve another. No where is this more true than in San Francisco. During the 5 years that I have lived here I have seen and collected tables, chairs, bookcases, mirrors, couches, paintings, suitcases, vases and candle holders, all out on the street, waiting for the taking. In this city of young and old renters, the street has become a trading market of furniture, a cycle of collecting and sheding items. Similar to garage sales, street finds are about timing, luck and a discriminating eye. I have seen booksheves from Ikea a block away from a vintage armour set, it is about deciding what to take and what to leave behind.
Finding true gems out on the street is a skill in and of itself. Factors such as neighborhood play a huge part in quality of items. Neighboorhoods surrounding college campuses tend to have larger amounts of cheap furnature, where as neighborhoods where there are less renters have a smaller amount of high quality goods. Perhaps it is because I spend a lot of time walking Pacific Heights that I have been so lucky with my finds, although often it feels like destiny not luck, when you happen upon a beautiful item waiting for you, without a price tag.
My most recent find was a beautiful corner chair found on Fillmore street at Jackson. It was outside an impressive estate and was sitting on the sidewalk just at the street, code for available. I almost passed it by because it looked like work, it was covered in globs of white and green paint as the chair had been in a garage for a while and was being used by someone as a work chair. A second look brought to light the incredible detail of the wood carving and the beauty of the construction of the chair. Happy for a new project and seeing the potential of the chair, I carried my new treasure home.
Stripping the chair of the house paint was an easy enough job, although the paint stripper was very toxic to work with. After sanding and spray painting I am very happy with my new chair.
Lo que es inútil para uno, puede servirle a otro. En ninguna parte es esta frase tan verdad como en San Francisco. Durante los cinco años que he vivido aquí he visto y he recogido mesas, sillas, estantes, espejos, sofás, cuadros, maletas, floreros y candeleros, entre otras cosas, todo en la calle, esperando para ser tomados. En esta ciudad de los inquilinos jóvenes y viejos, la calle es un Mercado de muebles, un ciclo de recoger y desprenderse. Parecido a las ferias americanas, para tener éxito en esta tarea tienes que tener buena suerte, sentido de la oportunidad, y un ojo selectivo. He visto un estante de Ikea a una cuadra de un armario antiguo. Tienes que decidir lo que vas a tomar y lo que vas a dejar.
puede afectar la calidad de las cosas. Los barrios cerca de las universidades tienen mucha cantidad de muebles baratos, sin embargo, barrios donde hay menos inquilinos tienen menos muebles pero de alta calidad. Puede ser que camino mucho en el barrio Pacific Heights, que he tendido mucho suerte con mis búsquedas, aunque se siente que es el destino y no la suerte cuando aparece una cosa bonita esperándote, sin un precio. Encontré hace poco una silla en la calle Fillmore y Jackson. Estaba fuera de una casa enorme en la acera. Casi seguí de largo porque parecía un trabajo duro porque tenia pintura de la casa sobre la silla porque la habían usado como una silla de trabajo en el garage. Cuando me fijé de nuevo, vi los detalles increíbles de la madera y la belleza de
la confección de la silla. Estaba feliz de tener un proyecto nuevo y vi la potencialidad, llevé mi tesoro nuevo a mi casa.
Limpiar la pintura fue fácil pero un poco tóxico porque el aguarrás.Después de lijar y pintar estoy muy feliz con mi silla nueva.
Some old tables before. Mesas que encontré en la calle antes |
Tables after! Mesas despues! |